lunes, 10 de octubre de 2011

Los bebés tienen sentido de la justicia con 15 meses

Los bebés ya tienen un elemental sentido de la justicia y el altruismo antes incluso de que conozcan sus primeras diez palabras. A los quince meses, los pequeños distinguen perfectamente si una persona ha recibido menos comida que otra, una situación de desigualdad que les llama la atención y les sorprende. Esas mismas criaturas con un sentido equitativo de la vida también son generosas, ya que aceptan compartir sus juguetes de forma espontánea. La investigación, publicada en la revista PLoS ONE, demuestra que los niños adquieren estos valores morales «mucho antes de lo que pensábamos», admite Jessica Sommerville, profesora de psicología de la Universidad de Washington y responsable del estudio, lo que tiene implicaciones en la forma que la que podemos fomentar el igualitarismo y la cooperación humana.

Estudios previos han demostrado que los niños de 2 años de edad ayudan a otros -lo que se considera una muestra de altruismo- y que alrededor de los 6 ó 7 años, los chavales muestran un sentido de la justicia. Sin embargo, Sommerville, especializada en desarrollo infantil temprano, estaba convencida de que estas cualidades pueden ser evidentes incluso a edades más tiernas.

Para demostrar su teoría, el equipo realizó una serie de experimentos con un grupo de 47 bebés de 15 meses a los que, sentados en el regazo de sus padres, se les mostraba dos vídeos para analizar sus reacciones. En el primero, una persona distribuía las galletas de un cuenco a otras dos personas de manera equitativa y luego repetía la operación dando más galletas a uno que a otro. En el segundo vídeo, se repetía la misma operación, pero en vez de con galletas con una jarra de leche.

Partiendo de la premisa de la llamada «violación de las expectativas», que dice que los bebés prestan más atención cuando son sorprendidos, los investigadores descubrieron que los niños pasaban más tiempo atentos a la pantalla cuando uno de los beneficiarios recibía más alimentos que el otro.

«Los bebés esperaban una distribución equitativa y justa de los alimentos, y se sorprendieron al ver que una persona determinada recibía más galletas o leche que la otra», explica Sommerville. De igual forma, para analizar si el sentido de justicia de los bebés está relacionado con su propia voluntad de compartir, los investigadores hicieron una segunda prueba en la que les pidió que eligieran entre un simple bloque de LEGO o un muñeco LEGO más elaborado. El objeto elegido fue calificado como el juguete favorito del niño.

Mi juguete favorito

A continuación, uno de los investigadores a quien los bebés no habían visto antes preguntaba directamente al niño si podía tener uno de los dos juguetes. En respuesta, un tercio de los niños compartió su juguete preferido, otro tercio entregó el otro y el resto no compartió ninguno, algo que, apuntan los investigadores, pudo deberse al nerviosismo por estar ante un extraño o porque estaban desmotivados para compartir.

Sommerville señala que los resultados del experimento «muestran que desde el principio en la vida existen diferencias individuales en el altruismo». El estudio estableció una relación entre la justicia y el altruismo, ya que los bebés que eran más sensibles a la distribución equitativa de los alimentos también eran más proclives a compartir su juguete preferido. El 92% de los bebés que compartieron el objeto habían pasado más tiempo mirando la distribución desigual de los alimentos, mientras que los niños más egoístas demostraron un comportamiento casi opuesto.

¿Significa esto que la equidad y el altruismo son innatos, vienen por naturaleza, o pueden ser cualidades fomentadas? Sommerville y su equipo analizan ahora si los valores y las creencias de los padres influyen en el desarrollo del bebés. «Es probable que los bebés capten estas normas de una manera no verbal, mediante la observación de cómo las personas se tratan entre sí», sugiere Sommerville. Si esto es así, más vale que cuidemos mucho cómo nos comportamos ante nuestros hijos aunque todavía estén en la cuna. Les enseñamos más de lo que pensamos.

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